Hola querido lector.

Desde hace tiempo, mucho tiempo, pierdo mi tiempo libre explorando la red en busca de cosas interesantes que leer. Mis preferencias en cuanto a lectura parten de la informática y la programación, pasando por artículos de opinión hasta ciencia y escepticismo, pero sobre todo humor, mucho humor. Y ésto es lo que intentaré transmitiros también desde mis propias entradas, aunque en ésta cojearé un poco en éste campo y mi humor no siempre siempre sea políticamente correcto (por cierto ¿que significa «políticamente correcto«? ¿son los límites éticos de un político? en caso afirmativo ¿es ciencia ficción?).

La verdad es que no me gusta lo políticamente correcto. Suena a corrupto, a cosa del pasado. Me gusta decir lo que pienso, en oraciones cargadas de tacos, burradas y exageraciones. Soy así, y cualquiera que me conozca bien podrá atestiguar que de lo que sale de mi boca no se puede tomar en serio ni la mitad, aunque por mi cabeza pase de todo…

No obstante, entiendo que nunca llueve a gusto de todos, y soy partidario de que quien no esté a gusto coja la puerta y se vaya (y la de puertas que he tenido que poner después de decir ésta frase… ¡le he pagado la universidad al hijo del carpintero!). Por eso en su día decidí que no quería pertenecer ni escribir mis opiniones en niguna otra web, porque, al fin y al cabo, son mías y podían no ser bien recibidas, y grité: ¡Pues crearé mi propio sitio web! ¡Con casinos! ¡Y furcias!
(y fué entonces cuando la gente que estaba a mi alrededor en la cola del supermercado se quedó mirandome, y una señora mayor me llamó sinvergüenza y me sacudió con el bolso…)